dimecres, 17 d’abril del 2013

Reflexiones y apuntes del encuentro con Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universitat de Barcelona

 Por Rosario Sánchez

Del encuentro con Anton Costas podemos extraer una serie de apuntes sobre la situación económica General y la de Baleares en particular:

1. Sobre el diagnóstico:

La crisis financiera de 2008 originó una crisis de crecimiento producida por el estallido de la burbuja inmobiliaria que rompió el equilibrio entre los activos y pasivos de las economías domésticas y de las empresas. Esto provocó una disminución del consumo y la inversión y empezó la ralentización de la economía.

Los Gobiernos, de entrada, aplicaron políticas expansivas de gasto público que en 2010, según los datos, daban síntomas de recuperar la economía. En 2010 empezaron  a aplicar las políticas de austeridad y la economía se desplomo de nuevo.

2. Sobre las políticas de la austeridad impactadas por la derecha Europea y seguidas con alborozo por la derecha española y balear:

No existe evidencia empírica de que nunca en una economía en recesión la reducción del gasto público haya funcionado para impulsar el crecimiento. Todo lo contrario, a lo largo de la historia,  los países han salido de sus crisis en base a políticas expansivas de gasto.

Cuando la economía se ralentiza, el gobierno debe impulsar el gasto público y generar actividad hasta que el consumo y la inversión privados se reactiven. Los datos lo demuestran.

El dogma de que las políticas de austeridad llevaran a una reducción del déficit, que disminuirá la deuda (lo que llamamos la consolidación fiscal) y por tanto bajará el precio del dinero de manera que el crédito volverá a fluir en la economía generando actividad económica. Pero si se contrasta con los datos, es una falacia, un cuento de hadas.

Las medidas de austeridad disminuyen el Producto Interior Bruto (PIB) más que proporcionalmente a la reducción del déficit (como ha reconocido el FMI) y en consecuencia los indicadores de deuda sobre el PIB empeoran y de ello se deriva que la deuda del país incrementa su riesgo y por ende el precio de su financiación.

Los momentos de recesión no son el momento de hacer políticas de austeridad. Primero hay que crecer y luego ir ajustando paulatinamente de manera que la economía no se resienta de manera que de al traste con todos los esfuerzos.

3. Sobre las causa de esa política de austeridad si ya se sabia que agravarían la situación

En esta crisis hay un elemento “nuevo”, o que no sucedía desde el 1929: la contracción total del crédito, lo que Costas llamó el “Crédit Crunch” no es que el crédito se haya encarecido, es que ha desaparecido. No se supo gestionar la situación por, según Costas, tres posibles hipótesis:

a. Un fondo ideológico

La aplicación de la fábula de “la cigarra y la hormiga” que explico el President José Ramón Bauzà en su visita a las escuelas: Los que no han ahorrado o acumulado recursos para pasar el invierno (la desaparición del Crédito en la economía) son unos vagos y unos indolentes y deben pagar por ello.

Esto extrapolado a Europa y los Gobiernos actuales se traduce en los castigos inflingidos a los llamados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) mediante políticas económicas que van en contra del interés general y la sociedad.

b. La Guerra entre dos sistemas contrapuestos

La Democracia con su ideal de igualdad y “power to de people” y el capitalismo de mercado que genera riqueza y desigualdad “power to the money”.

Tras la segunda guerra mundial, con las políticas de distribución de rentas y el desarrollo del estado de bienestar, se conseguía una cierta cohesión social que permitía mantener “pegados” los dos sistemas y que pudieran convivir.

Poco a poco esa cohesión social se ha ido degradando: el indicador de desigualdad ha pasado de calcularse en el 80 -20 al 0,01-99,9 esto es el 1% de la población que concentra los mismos recursos que 99,9%.

Pero esta desigualdad se ha enmascarado con la fluidez del crédito barato que ha incrementado artificialmente el poder adquisitivo de las personas. Ha sido cuando ese crédito ha dejado de fluir cuando hemos visto la realidad. Esos grandes índices de desigualdad entre la población, la desigualdad entre las balanzas comerciales de los países y el enorme poder financiero de la economía.

Hay que recordar que históricamente las grandes diferencias económicas entre paises han acabado en guerras.

c. Y finalmente, la incapacidad del BCE, al que los países europeos cedieron su política monetaria, de hacer frente a la situación. Un Banco Central es el prestamista último, el que en una situación como ésta debería hacer fluir de nuevo el crédito para estimular la economía. Pero esta diseñado solo para preservar la estabilidad monetaria, y así, para salvar al euro es capaz de sacrificar la economía.

¿Que se puede hacer ante la situación actual?

1. Reclamar al Banco  Central Europeo que actúe con imprudencia. Que aplique una política creíble de fluidez de crédito y creación de inflación.

2. Comprometerse a la consolidación fiscal pero en un horizonte temporal amplio, priorizar el crecimiento.

3. Aplicar reformas en pro de la productividad, creer en nuestra capacidad de ser competitivos sin focalizarlo todo en las rebajas salariales (como de hecho así lo afirman los indicadores de productividad cuando comparamos empresa de gran tamaño españolas con las de las alemanas, por ejemplo). Las reformas deben favorecer el emprendimiento, pero también la expansión y el crecimiento  de las empresas ya existentes.

4. Favorecer el emprendimiento y la Innovación pasa también por favorecer la emancipación de los jóvenes. Existe una relación positiva entre capacidad emprendedora de los países y la edad de emancipación de sus jóvenes.


Rosario Sánchez es Economista

Ignacio Urquizu presenta la seva obra La crisis de la socialdemocracia: qué crisis?

 
 
Aquest dilluns dia 22 d'abril a les 19h al Saló d'Actes del Parlament de les Illes Balears
En aquest llibre es pretenen desmuntar els arguments que afirmen que la socialdemocràcia està en crisi i aquells que proclamen la fi de l’Estat del benestar. En el seu estudi sobre l’evolució de la socialdemocràcia (tant en el seu projecte global com en dos dels seus aspectes més rellevants: l’economia i el benestar), Ignacio Urquizu opta per deixar de banda els enfocaments més historicistes i normatius per utilitzar l’evidència empírica a l’hora d'analitzar qüestions com ara per què els partits socialistes deixen de proposar la regulació dels mercats o què explica que abandoni el control de l’economia. L’anàlisi del llibre revelarà que aquest canvi ideològic no és capritxós, sinó que respon a les circumstàncies de cada moment. Si l’esquerra ha canviat en la seva visió de l'economia, argumenta, no és per una traïció o una suposada conspiració, sinó perquè ha estat capaç d’adaptar-se a la realitat del seu temps, una realitat que ha contribuït a canviar. Lluny del pessimisme imperant, l’obra es tanca amb un possible full de ruta dels partits socialistes en el segle XXI, perquè, segons l’autor, la socialdemocràcia no només no està en crisi, sinó que té importants reptes per davant.

Aquí en teniu un tast, publicat a eldiario.es:
 Es difícil saber en qué momento se comenzó a hablar en los últimos años sobre la crisis de la socialdemocracia. Para algunos, el punto de partida es la publicación del libro de Tony Judt, Algo va mal, que recoge una conferencia pronunciada por el autor en 2009. Este ensayo ha tenido un gran impacto en el debate público actual. En cada una de sus páginas denuncia los modelos social, económico y político que nos han llevado a la situación que vivimos estos días. Al final del texto invita a las actuales generaciones a luchar por aquellos ideales que siempre habían iluminado a la socialdemocracia. Se trata, por lo tanto, de recuperar unos valores que la izquierda parece haber perdido.
Otros, en cambio, situarán el punto de partida de la supuesta crisis de la izquierda en las elecciones europeas de 2009. Los resultados electorales pusieron de manifiesto que la socialdemocracia tenía un problema. No solo el Partido Popular Europeo superó en 14 puntos porcentuales y 103 escaños al Partido Socialista Europeo, sino que además "de los nueve Gobiernos progresistas, ocho sufrieron una derrota en las urnas –88,9 por ciento–, mientras que entre los 18 conservadores solo cinco [fueron] superados por la oposición –27,7 por ciento– "(Urquizu, 2009: 55). Por lo tanto, la derrota electoral sufrida por la izquierda europea fue muy dura.
Sea cual sea el punto de partida de este debate, lo cierto es que en los últimos años la crisis de la socialdemocracia se ha convertido en un argumento muy repetido en numerosos foros. Pero si echamos la vista atrás, la verdad es que no es la primera vez que se habla de ella. De hecho, si hay una constante a lo largo de la historia de la izquierda, es su capacidad para hacerse autocríticas muy severas. Continuar llegint

diumenge, 14 d’abril del 2013

Ignacio Urquizu: el proper convidat de la Fundació



Dia 22 d'aquest mes tindrem l'opurtunitat d'escoltar a l'autor del llibre La crisis de la socialdemocracia: ¿qué crisis? del ja hem pogut llegir capítols a El Diario .

Antón Costas: L'austeritat que porta el creixement és un conte de fades




El passat divendres dia 5 d'abril la Fundació Gabriel Alomar, en col·laboració amb la Cambra de Comerç, va organitzar la conferència titulada Lliçons de la crisi. De les polítiques d'austeritat a les del creixement. Estem a temps de trobar solucions?  en què vam comptar amb la presència del professor Antón Costas. En aquest marc, Antón Costas va assenyalar, sense embuts, que la recepta de l'austeritat contra la crisi no funciona, tot apuntat que les teories que defensen que l'austeritat pot portar el creixement són bàsicament un conte de fades. Per altra banda, va qualificar l'escenari actual com un moment de ruptura de la cohesió social i de creixement espectacular de la desigualtat en què la crisi ha posat de manifest que l’aferrament que unia capitalisme i democràcia s'ha eixuga. En aquest sentit, apuntà que cal tornar a teixir una unió entre democràcia i capitalisme recuperant la idea de què aquest matrimoni ha de garantir que ningú quedi pel camí i aquesta garantia és l'estat del benestar. Finalment, va defensar que la productivitat és la clau per sortir de la crisi. Per tant, només faran créixer les nostres empreses, innovar i millorar la nostra productivitat. ens farà sortir de la crisi i no reformes laboral ni baixades de salaris.